En el año 2010 hemos tenido la suerte de ser galardonados en la VIII edición de los premios Gran de Area de aportación a la arquitectura, que convoca el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), junto con el resto de intervinientes en el proceso constructivo.

Los Premios Gran de Area suponen un reconocimiento a promotores, arquitectos y constructores por su labor conjunta para obtener una obra arquitectónica de calidad, destacar sus valores y darla a conocer a toda la sociedad. Cada obra es una pequeña, pero importante aportación a la arquitectura, creación y a la puesta en valor del contorno.

Se trata de una casa para vivir y disfrutar, con espacios confortables y funcionales, llenos de luz de día y de noche, abiertos a la naturaleza y al jardín sin perder por eso intimidad. De día la luz natural entra resbalando por los muros blancos,  protegidos por los voladizos en las orientaciones donde son necesarios,  generando un espacio amplio y puro donde sobre la base del blanco encontramos el resto de colores. De noche, las luminarias forman parte de la piel (paredes techos y suelo) de la casa, estando enrasadas o embebidas en ella  formando parte integral de la arquitectura.

Conceptualmente la vivienda se apoya figurativamente sobre las viñas y los muros de mampostería de piedra del entorno, que le sirven de base, resaltando el blanco contra el verde, el gris y los ocres.  Su emplazamiento en terreno, respetando los frutales existentes,  responde a  la división de la parcela en un jardín de carácter más público de acceso, y uno más privado para la vida de la familia de forma que la edificación  actúa como el elemento de conexión entre ambos.

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