Memoria
Se trata de una vivienda unifamiliar para una pareja joven que se desarrolla en una única planta. Una casa conectada con el jardín, mirando hacia él.
Será el espacio testigo de acontecimientos importantes. Las paredes mudas, que todo lo escuchan pero que nada confiesan, se han proyectado y erigido pensando en esa pareja joven y en sus aficiones: los coches, la música y el cine. Son estos tres, elementos clave en la configuración de esta vivienda: un garaje especial, una pequeña sala de cine y un espacio para un piano de cola que nos recibe nada más entrar.
Blanco, negro y gris son los colores que la visten con sobriedad y elegancia, para ese gran día, y para todos los días del resto de su vida. Clásicos que esperemos estén a la altura de las circunstancias de lo que allí acontezca.