La propuesta del proyecto parte del precepto fundamental de poder devolver la calle nuevamente a los peatones, de hecho que estos sean los verdaderos beneficiarios de la intervención, disfrutando de ella en unas óptimas condiciones de seguridad y accesibilidad. Por este motivo la propuesta definida obtiene los anchos de aceras más amplios, además de crear espacios compartidos para los peones y para el vehículo.
En base al anterior y al análisis realizado de las orientaciones de la calle y a los condicionantes existentes, fundamentalmente en cuanto a las edificaciones actuales -edificios dotacionales-, el Proyecto busca optimizar los espacios vinculados a edificios públicos y la charnela existente en el cruce de las calles, a los efectos de obtener pequeños espacios más humanizados y una escala idónea para el peón.
En la plaza objeto de este proyecto se da la casuística de que la edificación que hace esquina en las calles Rafael Tilve y Compostela es una vivienda unifamiliar de planta baja y primero andar lo que hace que el soleamento en esa charnela sea el máximo. En este sentido, se busca, como objetivo fundamental, recuperar un espacio amable y agradable para los viandantes, donde se puedan sentar a descansar o conversar, pasear, jugar, etc., acompañados dentro de lo posible por el sol, de hecho que este pueda aportar su mejor propiedad, contribuyendo a calificar, de manera natural, el nuevo espacio urbano proyectado.
Por eslabón, el soleamento se constituye como pilar fundamental de la propuesta, casi que como otro material más a emplear para obtener el resultado final ansiado. Ante el nulo coste del mismo, no sería justificable haber renunciado a atribuirte el valor añadido que su presencia constituye permanentemente en cualquier lugar.
